Estuve con Richard Harmon y Tasya Teles

Hacía muchísimo tiempo que no iba a un press junket. Y es que, parece mentira, que los 100 km que separan Ávila de Madrid, se hagan tan largos (aprovecho desde aquí para pedir mejores comunicaciones, por favor).

Pero en esta ocasión los astros se alinearon, y cuando por fin, desde SyFy me confirmaron mi asistencia a la round table, sabía que era una de esas ocasiones que no me podía perder. La cita era en el Hotel Santo Mauro, y allí nos hemos reunido algunos bloggers y periodistas de medios digitales, para una breve entrevista conjunta con los actores Richard Harmon y TasyaTeles, dos de los protagonistas de la serie Los 100.

Para aquellos que no la conocen (hablé de esta serie hace mucho tiempo, y conviene refrescar la memoria) es esta la aventura de los descendientes de aquellos que se encontraban en órbita en las distintas estaciones espaciales, únicos supervivientes del apocalipsis nuclear que arrasó la Tierra, que se reunieron y crearon una pequeña ciudad espacial. Poco a poco, el alimento, el oxígeno y el propio espacio vital, van resultando escasos, y lanzar al espacio a los delincuentes mayores de edad (cualquier delito, por pequeño que sea, se castiga con la pena de muerte) empieza a resultar una medida impopular e ineficiente. Así que se decide mandar a cien chicos (que esperan a cumplir la mayoría de edad para ser ejecutados) a la Tierra; si ésta es ya habitable, servirán de avanzadilla para que el resto pueda volver a casa. Y si no, bueno, se habrán quitado de un plumazo un centenar de bocas que alimentar.

Y esto es lo que pasaba al principio de la primera temporada, pero el caso es que, actualmente, nos encontramos ya en la sexta. Imaginaos todo lo que ha podido suceder en más de un lustro. Así que, si no habéis visto nada aún, el contenido que viene a continuación os puede resultar un enorme spoiler. Seguid leyendo, solo, bajo vuestra responsabilidad.

Como os podéis imaginar, conociéndome, lo que más me gusta es una historia de amor, así que una de las cosas por las que más interés tenía era la posibilidad de que, después de seis temporadas y más de doscientos años Bellamy y Clarke (cuya química explosiva en escena ha quedado explicada, con su boda sorpresa hace apenas una semana, tras una relación de la que nadie sabía nada), van a darnos una alegría. Pero, para ello, después de que hayan muerto, primero Finn (confirmando mi teoría sobre el funesto final de los personajes con ese nombre en las series), y después Lexa (que hizo correr ríos de indignados tuits) el único obstáculo que queda (aparte de Josephine, claro, pero eso es un problema «menor»), es Echo. Así que le he preguntado a la actriz que la interpreta, si su personaje es consciente de ello y qué siente.

Esta chica necesita gafas, puesto que me ha dicho que, esa misma química que traspasa la pantalla cada vez que Bob Morley Eliza Taylor están a menos de diez metros, no tiene por qué existir en su mundo de ficción; y que ella cree que lo que existe es una admiración mutua entre ambos personajes, que son familia, y que Echo no tiene por qué sentirse celosa. Me da a mí que esta respuesta implica que, una temporada más, nos quedaremos sin, siquiera, un beso de #Bellarke. Qué triste es la vida del shipper.

Y otra cosa que sospecho, de lo que queda de esta sexta temporada, es que Murphy, el personaje más interesante de la serie, y que ha crecido en todos los sentidos, puede darnos una sorpresa. Y es que después de haber sido ahorcado, disparado, apuñalado, envenenado, de haber estado apunto de morir varias veces, e, incluso  haber muerto, literalmente, ahí sigue, vivito y coleando. Por algo le llaman la cucaracha. Pero ¿hay alguna línea que este simpático sinvergüenza no estaría dispuesto a cruzar?  ¿Por ejemplo, en su trato con Josephine? Eso es algo que el encantador actor que lo interpreta, nos dice que descubriremos muy pronto.

Lo bueno, que tenemos tiempo para descubrirlo, ya que la serie fue renovada hace ya algunos meses. La sexta temporada de Los 100 se emiten Syfy. Y tenéis el resto en Netflix.

Publicado en Tribuna de Ávila