Nostalgia Millenial

Con todas las series nuevas de las que podría escribir, (os diréis) y nos trae dos con más de quince años de antigüedad, y que además solo se pueden ver en DVD. (Bueno la temporada 4 de Verónica Mars está en HBO). Pero es que estas dos series prácticamente contemporáneas, han sido mis dos últimas obsesiones, y necesitaba hablaros de ellas.
 
Veronica Mars.

Veronica Mars (interpretada por Kristen Bell) es la hija del antiguo Sheriff de Neptune, California, ahora reconvertido en detective privado. Ellos dos y un precioso pitbull componen toda la familia Mars. La madre, alcohólica, les ha abandonado, y nada saben de ella.  Veronica ayuda a su padre en la oficina, y todos sus conocimientos y su gran capacidad, la van a llevar a empezar su propio negocio de investigación y a resolver pequeños (o no tan pequeños) misterios entre sus compañeros de instituto. Pero su verdadera obsesión es descubrir quién es el asesino de su mejor amiga, que, además, era la hermana de su ex-novio. Porque tanto su padre como ella saben que el presunto culpable, el que está en la cárcel, no la mató. Esa convicción les costó, a él, el puesto y a ella, sus amigos, una panda de chicos forrados y mimados, que ahora le hacen el vacío. Afortunadamente, pronto llegará Wallace, un chico nuevo, que se convertirá en su mejor amigo. Solo eso. Durante años.

Uno de los mejores desarrollos de personajes de la televisión es el de Logan Echolls. Empezó como esporádico, cuya única misión consistía en hacerle la vida imposible a la protagonista. Pero, pronto, Rob Thomas, el creador de la serie se dio cuenta de que cada vez que ellos dos estaban en un mismo plano, la pantalla desprendía tanto calor, que hubiera derretido a la mismísima Elsa. Jason Dohring pasó a regular y Logan y Veronica se convirtieron en #LoVe, uno de los ships con más seguidores de la historia de la televisión. Seguidores dispuestos, incluso, a pagar dinero por verlos juntos otra vez.

Me explico. A lo largo de tres temporadas, la pareja rompió y, sobre todo, se reconcilió en innumerables ocasiones. Pero la serie fue cancelada, y los personajes no pudieron ni siquiera despedirse. Ni cliffhnager tuvieron. Durante nueve años, los #marshmallows (nombre de los fans de la serie) tuvieron que vivir con ese vacío. Hasta que alguien tuvo la feliz idea de montar un crowdfunding, para continuar la historia en forma de película. En pocos días habían conseguido dos millones de dólares, el presupuesto que necesitaban. Así que, nueve años más tarde, después de no haber sabido nada el uno del otro en todo ese tiempo, Veronica lo deja todo, todo, por ayudar a Logan en uno de sus momentos más difíciles. Y (casi) todos tienen su final feliz.

Rob Thomas (que no tiene nada que ver con el cantante de Matchbox 20), tenía aún historias que contar, así que después de la película, publicó un par de novelas, en las que continuaba la trama. Y, el año pasado, cinco años después de la peli, Hulu (uno de los canales de streaming de Disney, y no olvidemos que Kristen Bell es una princesa Disney) anunció el reboot de la serie. Y he aquí que en los últimos minutos del último episodio de la última temporada, Mr. Thomas consiguió poner en pie de guerra a un fandom que le había sido fiel durante quince años.

El *spoiler* que viene a continuación es el primero que he agradecido desde que se creó el concepto: Tras superar el suicidio de su madre y que su padre fuera un asesino, que además le maltrataba, que dos de sus novias fueran asesinadas, de un par de sobredosis, y otro par de acusaciones de asesinato, entre otras cosas, y cuando había enfilado su vida, como piloto condecorado de la Marina y posteriormente, agente de inteligencia, cuando, gracias a la terapia y a su fuerza de voluntad, se había convertido en un hombre sereno, y sobre todo, cuando había conseguido casarse con el amor de su vida, justo entonces, el mismo día de su boda, Logan muere en la explosión de una bomba, que iba dirigida a Veronica.

Está visto que, en estos últimos tiempos, estamos castigados sin finales felices. A esta hay que añadir las muertes de los principales personajes de Crónicas Vampíricas, Los Originales, y, últimamente Los 100, que, después de todas las desgracias y penurias por las que habían pasado a lo largo de sus cortas o largas vidas, mueren cuando estaban a punto de alcanzar la felicidad. Supongo que a los creadores de estas series, ya no les importan los fans, una vez que han llegado al último episodio.

One Tree Hill.
Lucas y Nathan Scott son hermanos de padre, grandes jugadores de baloncesto, y compañeros de instituto, pero nunca se han dirigido la palabra, y además se odian. Dan, el padre, decidió casarse con la madre de Nathan, cuya familia tenía mucho dinero. Mientras que Lucas (al que, al menos, reconoció legalmente) se ha criado con su madre y el apoyo incondicional de su tío Keith, el hermano de Dan. Cuando los Ravens, el equipo de baloncesto del instituto, necesitan cubrir algunas plazas de jugadores, Keith convence al entrenador de que ponga a Lucas a jugar. Nathan, que es la estrella del equipo, como antes lo fue su padre, se va a ver amenazado, y va a intentar deshacerse de su hermano. Empezando por flirtear con Haley, su mejor amiga. Mientras Lucas, que lleva enamorado en secreto de Peyton, la hoy-sí-hoy-no novia de Nathan, desde siempre, va a tener una relación cada vez más cercana con ella. Y con su mejor amiga Brooke. Y todo empieza a complicarse.

Nathan (James Lafferty) y Haley (Bethany Joy Lenz) son una de las parejas más sólidas y queridas de la televisión. Juntos, con sus altos y sus bajos, naturalmente, durante nada menos que nueve temporadas (pero quince años según el timeline de la serie). Mientras que el triángulo formado por Lucas, Peyton y Brooke rotaba, sobre todo, en función de quién estuviera con quién en la vida real (Chad Michael Murray y Sophía Bush, incluso estuvieron casados muy brevemente), pero solo durante las seis primeras, ya que al final de la sexta temporada Hilarie Burton y el propio Murray dejaron la serie, conduciendo su Mercury Comet hacia el atardecer.  Que no cunda el pánico, que Brooke encontrará también al amor de su vida para las tres restantes.

La música es una de las protagonistas de esta serie. El hecho de que Haley James-Scott tenga una corta pero exitosa carrera como cantante, que la madre de Lucas monte un local de conciertos, y que Peyton cree su propio y floreciente sello discográfico, van a ofrecer actuaciones y visitas de numerosos artistas, algunos de ellos, incluso, con papeles en los que se interpretan a sí mismos. El otro gran protagonista es el baloncesto, claro. Ya que el mayor sueño de Nathan, es llegar a ser jugador de la NBA. El hecho de que Lucas publique un par de novelas, una de ellas con bastante éxito y de que Brooke se convierta en una diseñadora millonaria hace, del quinteto protagonista un repoker de triunfadores. Aunque no todo el camino sea de rosas.

Un par de cotilleos:  En esta serie se hicieron íntimas amigas Hilarie Burton y Danneel Harris (ahora Danneel Ackles). Los Ackles organizaron, hace más de diez años, una cita a ciegas entre Hilarie y Jeffrey Dean Morgan, que llevan juntos desde entonces, tienen dos hijos, y se casaron hace poco más de un año, con Jensen oficiando la boda. Y otro:  Dicen que Paris Hilton (que hizo de novia de Logan en uno de los episodios de Veronica Mars) fue la razón de la ruptura del matrimonio entre Chad Michael Murray y Sophia Bush.

De esta serie estamos seguros de que nunca habrá un reboot. Y es que, años después de terminar, y a raíz del movimiento #MeToo, se supo que el creador Mark Schwahn había tenido ciertos comportamientos poco deseables con las actrices de One Tree Hill. La noticia le costó su trabajo en The Royals, la serie en la que trabajaba en aquel momento. Casi mejor, porque es de las pocas que terminan bien, aunque tenga uno de esos momentos tristes y duros, que jamás olvidaremos, con otro personaje que también estaba a punto de alcanzar la felicidad.

Luego dicen de Juego de Tronos.