Presagiando unas risas

Empezaré hablando de la serie de hoy con una anécdota. Y es que un grupo de personas, con no demasiadas luces, ha puesto en marcha una campaña de solicitud de firmas para que Netflix cancele su emisión, pues, por lo visto, ofende sus ideas religiosas. Todo tendría cierta lógica, si no fuera porque es esta una serie de Amazon Prime. Las dos plataformas han aprovechado la ignorancia de los firmantes, para hacer una divertidísima campaña de hermanamiento en redes sociales.

Y es que Buenos Presagios, basada en la novela homónima del maestro Terry Pratchett, junto a Neil Gaiman, el de American Gods (por la que nadie recogió firmas, ni siquiera para pedir que les explicaran qué significa), es una serie en la que se han fijado algunos grupos religiosos. Me pregunto si esos mismos conocen Lucifer (en la que el demonio es sexy y adorablemente sarcástico), Sabrina (la de, esta vez sí, Netflix) con su sátira anticlerical, o Sobrenatural, en la que *spoiler* el último gran villano, parece que va a ser el mismísimo Dios.

El caso es que Crowley (ahora que ha muerto en el universo Winchester) y Aziraphale  se conocen desde hace muchos años. Básicamente desde el principio de los tiempos. Y mantienen una relación de amistad muy poco adecuada o común entre un ángel y un demonio al uso. Pero ellos son cualquier cosa, menos normales. Viven, muy a gusto, todo sea dicho, en la Tierra. Y el hecho de que esté a punto de producirse el Armagedón, no favorece su status quo terrenal. Así que van a intentar evitarlo, cada uno a su manera. Pero, como ya habréis supuesto, las cosas no van a suceder como ellos esperan.

Michael Sheen y David Tenant (archiconocidos en el mundo friki de las series) son ángel y demonio, y están acompañados por otros grandes, como Jon Hamm, o Frances McDormand (la que nunca se pinta y presenta la gala de los Oscars en chanclas) como (la voz de) Dios.

Tiene Buenos Presagios el mismo sentido del humor ácido que el resto de obras de Sir Terry (si no habéis leído ninguna, estáis tardando) y es mucho menos rara que las de Gaiman.

Estamos en plena ola de calor. No se os ocurra salir a la calle. Una bebida fresquita, ventilador a tope y esta serie imprescindible, son el mejor plan para combatir el calor. No la busquéis en Netflix. Por si no os habéis enterado, está en Amazon Prime.

Publicado en Tribuna de Ávila