Todos los que me habéis leído alguna vez, sabéis que me rindo ante una bonita historia de amor. Este no es el caso.
**Contiene spoilers**
Llamadme convencional, llamadme puritana, llamadme carca. No me importa. Nunca he puesto trabas a una historia de amor. Amor interracial entre blancos, negros, asíaticos, vampiros, ángeles, quimeras, zombis, hombres lobo, demonios, brujas. Parejas de gays como Alec y Magnus; lesbianas como Arriane y Tess; tríos como Victoria, Jack y Kirtash. Lo importante es el amor. Y punto.
Pero esta historia de amor (y sexo explicito) incestuoso me ha superado. La infeliz historia de cinco hermanos abandonados primero por su padre, que deja a su familia para irse con su nueva mujer a Australia, y después por su madre alcohólica que, aunque vive en la misma ciudad, desaparece prácticamente de sus vidas. La desesperación de Lochan (diecisiete años) y Maya (dieciseis), los dos hermanos mayores, por mantener a la familia unida, por alejar a los servicios sociales, convirtiéndose en los padres de sus hermanos pequeños. La atracción romántica y sexual entre ambos adolescentes, cada vez más fuerte y difícil de controlar, hasta que se ven arrastrados por ella, el dramático y previsible final (el único posible, por otro lado) me han superado.
Pero, puedo ser yo la equivocada, claro. No en vano este libro ganó el Premio Especial Cariparma de literatura europea y me fue recomendado por dos personas diferentes, a quienes les encantó.
El libro no está publicado aún en nuestro país, pero si tenéis interés en leerlo, podéis comprarlo en Amazon. Y por favor, decidme qué os parece, por si estoy en un error…