Estoy lista si tú lo estás.
Veamos. Hemos recorrido casi todos los personajes míticos y de ficción: vampiros y hombres lobo; magos y Brujas; Cazadores de demonios y de fantasmas; también quimeras y serafines, o luchadoras de futuros desoladores; dragones y unicornios, santas y extraterreestres
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¿Nos falta algo? Por supuesto: Los viajeros en el tiempo. Y de eso se encarga la alemana Kerstin Gier, con su Trilogía de las Piedras Preciosas. Admiro profundamente a esta mujer capaz de organizar en su cabeza tal galimatías de idas, venidas, encuentros y desencuentros, que harían que al propio doctor Emmet Brown le diera una apoplejía.
Gwendolyn es una chica prácticamente normal. Va un estricto colegio mixto inglés; tiene un profesor de literatura guapo y creído, problemas típicos de una adolescente y le encanta ver películas con su mejor amiga, Leslie, quien debería dedicarse a investigadora de mayor.
Vive con su madre y sus dos hermanos pequeños en casa de su abuela, Lady Arista, desde que murió su padre. En la casa también viven la tía abuela Maddy, su tía Glenda y su prima Charlotte, y, cómo no, el mayordormo, Mr. Bernhard.
Todo haría pensar que es una familia inglesa de clase alta normal. Pero Gwendolyn, al más puro estilo Sexto Sentido, ve fantasmas. La tía Maddy tiene visiones. Y Charlotte está preparada desde que nació, puesto que está destinada a ser uno de los doce viajeros en el tiempo.
Pero algo ha debido de fallar, porque, en vez de la estirada experta en esgrima, equitación, arte y protocolo prima Charlotte, según los cálculos realizados por el propio Isaac Newton, la viajera en el tiempo va a resultar Gwendolyn, Y no está preparada para ello. En absoluto.
Nadie podía esperar este giro en los acontecimientos. Bueno, su madre sí. Ella ocultó a todos la verdadera fecha de nacimiento de su hija, esperando que, efectivamente, Charlotte, que nació el mismo día, fuera la elegida. Esperaba librar a Gwendolyn de un futuro misterioso, y sobre todo, peligroso, del que ya ayudó a escapar a su sobrina Lucy, otra de las viajeras del tiempo, desaparecida hace años.
Pero ahora Gwen está metida en un gran lío. Ha de conseguir en unos pocos días la preparación y educación que su prima ha recibido a lo largo de su vida, para poder viajar al pasado sin llamar la atención. Para ello cuenta con un profesor, una modista, un par de fantasmas y la inestimable ayuda del guapísimo Gideon de Villiers, el otro viajero de su época.
Tienen una misión que cumplir, y poco tiempo para ello, van a correr infinidad de peligrosas aventuras. Y no dejan de ser un chico y una chica, por lo que la búsqueda del cronógrafo robado por Lucy, de la sangre de los doce viajeros del tiempo, y del misterio que rodea al Conde de Saint Germain, creador de la secretísima logia de los viajeros en el tiempo, será una aventura también emocional.
Y sí. Hay adaptación cinematográfica. Alemana. Y la pusieron en la tale un sábado por la tarde.
