La cazadora de almas, de Alyson Noël.

Alyson Noël no es ninguna novata. Su anterior saga Eternidad cuenta con millones de fans, los libros se han vendido en un montón de países y traducido a varios idiomas.

Así que los fans de la autora americana estaban deseando esta nueva saga con los brazos abiertos. Y no creo que se vean defraudados, con este primer libro (bueno los más avezados ya se habrán buscado la vida y a través de Amazon ya se habrán hecho con el segundo libro, e incluso con el tercero. No entienden las editoriales que muchos somos impacientes cuando nos enganchamos a una historia… Menos mal que exiten las tiendas online internacionales)

00000001749-1Daire es una chica prácticamente normal, si no tenemos en cuenta que su madre es maquilladora de cine, que lleva viajando por todo el mundo de rodaje en rodaje y de plató en plató desde que ella recuerda; que sus primeras experiencias como adolescente, sus primeros besos y relaciones amorosas han sido con actores; o que nunca conoció a su padre, quien murió cuando su madre estaba embarazada, y tampoco ha conocido nunca a su familia paterna.

Estos pequeños detalles «sin importancia» aparte, sería una adolescente normal, pero es que no es normal porque tiene sueños recurrentes (con un guapísimo chico) y extrañas visiones que la persiguen desde hace algún tiempo. El día que luchando contra una de esas visiones provoca un incidente en mitad de un zoco marroquí con una de los actores jovenes más atractivos y conocidos del panorama actual, salen a la luz unos problemas que solo pueden ser calificados de esquizofrenia paranoide. Los médicos quieren ingresarla en una institución, pero en su rescate sale un personaje inesperado: su abuela paterna, desaparecida desde el funeral de su padre.

Su madre prefiere que se mude a vivir con su abuela, antes que ver a su hija recluida, y consiente que se mude a vivir con ella, aunque Daire no está muy convencida.

En su nuevo hogar va a encontrar al chico de sus sueños (literalmente hablando) y al de sus peores pesadillas. Y va a descubrir que no está loca. Esas «visiones» son absolutamente reales, y debe aprender a utilizar la poderosísima (y peligrosa) magia que lleva dentro y que ha heredado tras generaciones de antepasados que eran como ella.