Álvaro, Andrea, Cristian, Diana, Esther, Héctor, Hugo y Jacobo. Un friki de la violencia, una «porrera», un «salido», una pija, una vanidosa, un «geek», un deportista y un ligón repetidor. Todos estudiantes del mismo instituto. Todos han sido elegidos por el profesor Vidal para participar en un experimento de «publicidad subliminal» que les incite a la lectura. Para ello habrán de pasar una semana entera en un viejo caserón, completamente aislado, donde deberán someterse a un estricto progama de visionado de vídeos y lectura de determinados textos, sin posibilidad de contactar con el exterior, ni de abandonar el recinto.
Lo que no saben es que el experimento no es exactamente lo que se les ha dicho. Realmente están participando en el proyecto Hyde. Los mensajes subliminales no van a provocar en ellos el deseo de leer más, sino que hará que afloren sus peores instintos, que su perfil más violento se apodere de ellos, llevándoles a matarse unos a otros. Y no pueden escapar.
Así que desde el primer día, verán, como si de los Diez Negritos se tratara, cómo uno a uno van «cayendo», y cómo todos se acusan unos a otros, sin saber quién o quiénes están cometiendo los asesinatos. E intentarán sobrevivir durante toda una larga semana.
Mientras, en la ciudad, el detective Lázaro investiga el asesinato de un publicista de éxito, al que han degollado en su propia casa. La falta de pistas le tiene desconcertado, y la ansiedad le agobia, puesto que su instinto le dice que podría haber mucho más de lo que parece.
¿Podrían estar ambas situaciones relacionadas? ¿Cuántos chicos sobrevivirán en la casa? Pues para saberlo habrá que leerse este misterioso título, del autor de Cielo Rojo…