Refrescante ciencia ficción

No. Prometo que no voy a insistir con la temporada regular y la veraniega. Ya os he hablado de ella suficientes veces.

Hoy, sin embargo, quiero llamar la atención sobre una curiosidad. Casi todas las series de ciencia ficción clásica suelen programarlas en verano. Véase como ejemplo Extant, The Last Ship, o Dark Matter, por poner el ejemplo de algunas de las que ya os he hablado con anterioridad, o Salvation, que se estrena dentro de unos días, y que tiene muy buena pinta.

También existe el caso de series que se estrenaron en verano, y su éxito las promociona a la temporada regular, como Stranger Things, Crónicas de Shannara o Teen Wolf.

Una de esas series de ciencia ficción de verano que me encantó fue Falling Skies. La campaña promocional para su estreno fue espectacular; no en vano es una serie producida por Spielberg y protagonizada por Noah Wyle. Contaba la historia de Tom Mason (no confundir con Tom Mison, el actor de Sleepy Hollow), un profesor de instituto, cuya familia es destrozada por una invasión alienígena. Su mujer muere y su hijo mediano es secuestrado por los extraterrestres para trabajar como esclavo, gracias a una especie de arnés que les protege físicamente y les anula mentalmente. El padre y sus otros dos hijos, se verán cada vez más envueltos en una resistencia que pretende recuperar a sus niños esclavos, y acabar con los invasores. Duró cinco temporadas y se emitió en TNT y Cuatro.

Falling Skies tiene una clara sucesora argumental, y se llama Colony. Esta es, sin embrago, una serie de las llamadas de “media temporada” o “mid season” en inglés. Son series, también de pocos episodios, (de diez a trece por temporada) que se emiten después del descanso navideño o en primavera. En realidad a esta categoría correspondía Juego de Tronos, hasta que este año retrasaron su estreno que, por fin está al llegar.

Colony está protagonizada por Josh Holloway (el inolvidable Sawyer de Perdidos) y Sarah Wayne Callies (The Walking Dead, Prison Break). Ellos son Will y Katie Bowman, casados y residentes en Los Ángeles. O lo que queda de aquella ciudad, ahora convertida en una colonia aislada por un muro, que la separa del exterior y de otras ciudades; un muro que nadie puede atravesar sin permiso de la autoridad, algunos humanos oportunistas y sin escrúpulos, que prefieren trabajar para la fuerza invasora, a cambio de que no les falte de nada, y de mantener los ojos convenientemente cerrados.

El resto de la ciudadanía, claro, malvive, racionada y vigilada bajo la atenta mirada de un ejército de soldados y drones con orden de matar a cualquiera que se salga, por poco que sea, del orden establecido. Y, ese, aunque no lo parezca, no es el peor castigo posible.

Will fue policía, y tras un tiempo viviendo bajo la identidad falsa de un mecánico, se ve obligado a volver a su antiguo trabajo, con la misión de acabar con la resistencia, y desenmascarar a los cabecillas. Si lo consigue le devolverán a su hijo mediano, que se encuentra al otro lado del muro, nadie sabe dónde, ni si está vivo o muerto. Además, si no coopera, los que correrán peligro serán los otros dos (un adolescente rebelde y una dulce pequeña) y serán los que sufran las consecuencias. Sea como sea, Will tiene que acabar con la resistencia, aunque su mujer (y eso él, por supuesto, no lo sabe) forme parte activa de ella.

Se emite en SyFy