Amor inmortal, de Cate Tiernan

Ya no hace falta ser vampiro, para ser inmortal. Y sin necesidad de aquello de «solo puede quedar uno»….

Nastasya (al menos ese es su nombre ahora) tiene más de cuatrocientos años, pero sólo aparenta diecisiete.

Es hija y hermana de inmortales (sólo puedes serlo si tus padres también lo son, y los padres inmortales sólo tienen hijos inmortales), sin embargo es la única superviviente de su familia. Aunque ella no quiere hablar de su pasado, ni de porqué siempre lleva una bufanda que cubre su nuca.

Ha pasado los últimos siglos viviendo el dolce far niente que sólo se pueden permitir los muy ricos, acompañada de otros como ella, sobre todo Incy, su gran amigo. O tal vez sea sólo alguien que hace que no se sienta sola.

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Pero una noche Incy va más allá de los límtes. Y no sólo eso, si no que también ve más de lo que debería. Nasty asustada huye de su casa en Londres y busca a River, otra inmortal que conoció hace muchos años. Está segura de que ella la podrá ayudar.

River regenta una casa en la que otros inmortales trabajan y estudian, mientras se buscan a ellos mismos.

Nastasya, en parte por que no la encuentre Incy (que la busca por todo el mundo, con, quizá, demasiado interés), y en parte por Reyn, un atractivo inmortal que también vive allí, decide quedarse.

Y ahora es cuando deberá descubrir quién es ella realmente, y qué misterio la rodea…