Katheryn Winnick, a la que muchos conoceréis como la incomparable Lagertha, de Vikings, no sólo es una mujer espectacular, una actriz bastante aceptable, que dirige y produce series. Además es cinturón negro de karate y tercer dan de taekwondo.
Y en Wu Assassins, su nueva serie, ejerce de todo ello. Protagoniza, produce, dirige uno de los episodios, y también reparte a diestro y siniestro, sexy como quiere.
Junto a ella, un cast de actores asiáticos, encabezado por Iko Uwais, Lin Ju Li, Lawrence Kao, Byron Mann (qué voz) y Lewis Tan (qué estatura y qué cuerpazo), entre otros.
Todo ellos en una historia de artes marciales y fantasía, en la que Kai Jin, que es un simple chef, de la noche a la mañana se va a convertir en un personaje legendario, un Wu Assassin, un luchador justiciero que tiene que matar a los Wu, unos villanos asociados a los elementos. Para ello va a contar con la ayuda de una guía «espiritual» un poco insufrible, el conocimiento de sus antecesores, y la posibilidad de cambiar su aspecto físico para desviar las sospechas hacia su persona.
También tendrá la ayuda de los hermanos Wah, Jenny y Tommy y De Lu Xin, sus amigos más antiguos y queridos, casi hermanos y de KG, una policía que trabaja encubierta, investigando a Uncle Six, el jefe de la mafia china (que, además es el padre de Kai Jin) y a McCullough su más directo rival.
Coreografías perfectas en luchas de filigrana, mucha sangre, música de rap, gente guapa (lo siento, Lewis Tan me pierde), y una historia bastante entretenida, en diez episodios que se ven del tirón. En Netflix.
Publicado en Tribuna de Ávila