Rick Grimes, el sheriff, (en el sentido literal y figurado de la palabra), ha sido gravemente herido de bala, y está en coma en el hospital. El día que despierta se encuentra con un panorama desolador. El hospital está abandonado, ni pacientes, ni personal (vivo) por los pasillos, las instalaciones destrozadas, las puertas atrancadas con cadenas. Y un mensaje en una de ellas: No abrir. Muertos dentro. La calle no ofrece mejor aspecto. El motivo de todo el paisaje apocalíptico que le rodea. Zombies. De los de toda la vida. Como los del vídeo de Michael Jackson, pero sin bailar. Y ahí empieza la gran aventura, que lleva ya diez temporadas, y contando, y dos spin-offs. Y merece mucho la pena.
No hace falta que lo diga, pero no le cojas cariño a ninguno de los personajes. Está completa en Fox.
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