Muertes tristes de la tele

La muerte de Carl Grimes nos ha dejado impactados. Sobre todo porque era algo que no sucede en los cómics en los que se basa la historia, y todos confiábamos en que se convertiría en el, más que digno, sucesor de su padre.

Con los ojos aún hinchados de tanto llorar, voy a hacer un repaso por algunas de las muertes que más nos han impresionado de la televisión, aparte de la de Chanquete.

Charlie Pace. Perdidos

Ver al adorable Charlie, metido en aquella cámara que se iba inundando poco a poco, y cómo, irremediablemente, no iba a poder salir, ya era angustioso, pero cuando pegó la mano en el cristal con el mensaje “Not Penny’s boat”, consiguió ponernos la carne de gallina.

Barbara Holland (Barb) Stranger Things

Pobre Barb. Si no hubiera sido por su padres y por Natalie, a nadie le habría importado su desaparición. Y al fin, aunque no se ha hecho #JusticeForBarb, al menos sí ha tenido un final, y los pobres señores Holland han podido dejar de buscarla. Curiosamente, el mejor homenaje se lo hicieron en Riverdale, cuando todas las chicas reclamaron #JusticeForEthel, interpretada, también por Shannon Purser.

Stefan Salvatore. Crónicas Vampíricas

Los creadores de la serie estuvieron manejando durante mucho tiempo la posibilidad de matar a los dos hermanos Salvatore para terminar la serie. Finalmente decidieron que Elena pudiera vivir una larga vida junto a Damon, y que fuera la pobre Caroline la que tuviera que sufrir la pérdida de Stefan, que se sacrifica para salvar Mystics Falls, justo cuando su vida juntos comenzaba. Sin embargo, ya nos han dado algunas pistas, de la posibilidad de que retome su “relación” con Klaus, en la temporada final de Los Originales.

Lexa. Los 100

En estas series apocalípticas nadie está nunca a salvo. En cualquier momento cualquier personaje puede morir. Bien es cierto que la muerte de Lexa, la guerrera que, aparentemente, tenía un corazón de piedra, pero que, en realidad, era un pedazo de pan, además de triste fue polémica, puesto que los colectivos LGBT protestaron por la cantidad de gays y lesbianas que mataban (sin aparente motivo) en las series. Sea como sea, su desaparición nos da un poco de esperanza a los “shippers” de Belarke.

Joyce Summers. Buffy Cazavampiros

Ese momento en que Buffy llega a casa y encuentra a su madre muerta en el sofá, es uno de los más impactantes de la serie. Joyce era uno de mis personajes favoritos siempre en la innopia, siempre disponible para caer en los más absurdos hechizos, supongo que ser la madre de una cazadora de vampiros no debe de ser fácil.

Finn Hudson. Glee

En este caso lo inesperado fue la muerte del actor que interpretaba al dulce, inseguro y patoso Quarterback. Los creadores de la serie decidieron no explicar cómo moría el personaje, y destacar su vida y cuánto había hecho por todos los miembros del Glee Club. Con Finn murió la esencia de la serie, dejando huérfanas dos temporadas absolutamente prescindibles.

Laurel Lance. Arrow

A Laurel le costó encajar. Fue casi siempre un personaje de esos que los americanos llaman “annoying” que es un poco más que molesto, y un poco menos que odioso. Pero en las series siempre pasa lo mismo. Justo cuando alguien te empieza a caer bien, van y se lo cargan. Su última escena es, sin duda, la mejor de toda su participación en la serie. Y, además, el comienzo del declive, con Green Arrow buscando un nuevo equipo, más annoying aún.

Joffrey Baratheon. Juego de Tronos.

Y para terminar, vamos con una de las muertes más satisfactorias de la historia de la televisión. Todos estábamos deseando matarle con nuestras propias manos desde el momento en el que le conocimos. Y la escena de la boda púrpura ha quedado grabada en nuestros cerebros. Bendito Tyrion.