Geralt de Rivia

Empezamos 2020, como lo hicimos en 2019. Hablando de The Witcher, la primera serie “grande” de la década (aunque en realidad, se estrenó una semana antes de fin de año). Todos habréis visto ya alguna foto o algún meme de Superman con la peluca de la Khaleesi, y muchos aún se preguntarán de qué va esta historia.

Geralt de Rivia, o the Witcher, es el protagonista de la serie homónima de novelas del escritor polaco Andrzej Sapkowski. Tremendamente recomendables, una vez que superas la desastrosa traducción de los libros al español (al menos en la edición que yo leí), sobre todo engancha a partir del tercer libro, donde las historias cortas pasan a un arco argumental mucho más rico e intrigante. De la colección de libros nació también un videojuego, que cuenta con miles de seguidores, y que ha causado el primer conflicto.

Los gamers no veían, para nada, a Henry Cavill como el duro hechicero, pero, la verdad es que ha cumplido perfectamente con lo que de él se pedía. Otro cantar es el de la actriz que interpreta Yennefer, a la que siempre se describió en los libros como un bellezón, y es una mezcla de mucha Lea Michele con algo de Penélope Cruz; que me perdonen los fans de ambas, pero el resultado no es demasiado agraciado.

Geralt de Rivia es un brujo (no confundir con otras especies que practican la magia). Los brujos en el espacio y el tiempo (imaginarios) de las novelas de Sapkowski son mutantes, que en su día fueron humanos, y que viajan por el mundo buscando y cazando monstruos. Como ya he dicho alguna vez, son los Winchester de la época. Gerald es parco en palabras, y una de cada tres es “fuck” (no necesitáis la traducción), es frío, pero, tiene sentimientos, a pesar de los rumores. Suele viajar solo, con un caballo, siempre de nombre Roach (lo de Sardinilla me pone los pelos de punta), aunque hay un simpático personaje con el que suele compartir el camino, y es Jaskier, el trovador, el personaje, digamos, cómico de la serie.

Yennefer de Vengerberg es una hechicera. Nació humana y con diversas deformidades, que perdió en su transformación, junto a su capacidad para tener hijos. Su belleza le abre muchas puertas, aunque la magia suele abrir más. Tiene una relación de amor-desprecio con Geralt, al que conocerá en peculiares circunstancias, con un genio y tres deseos de por medio, y sus vidas se cruzarán en numerosas ocasiones.

Cirilla de Cintra, Ciri para los amigos, era una princesa heredera que se vio obligada a huir, cuando su país es invadido, y todos los habitantes son asesinados, incluida su abuela, la reina. Y según parece es una criatura de la Ley de la Sorpresa. ¿Qué es eso de la Ley de la Sorpresa? En una época en la que los viajes eran largos y pesados, muchos hombres regresaban al hogar para encontrar que tenían algún bebé con el que no contaban. Esos hijos sorpresa, se solían entregar en pago a los brujos, y las criaturas eran transformadas y adiestradas convirtiéndose ellos mismos en mutantes también.

Las historias de estos tres personajes se van a entrecruzar, (no os preocupéis si el timeline os parece algo lioso al principio, todo se acaba aclarando), en un repaso, (rapidito, son solo ocho episodios) de los dos primeros libros de la saga. El resto lo iremos conociendo en la próxima temporada, ya confirmada, que no se emitirá ¡hasta 2021!.

Por mucho que la gente se empeñe en compararlas, (será por la peluca) no esperéis nada parecido a Juego de Tronos. Estáis tardando, está en Netflix.

Publicado en Tribuna de Ávila