Pues aunque no os lo creáis, yo no era fan de la serie Veronica Mars. He leído muchas cosas sobre ella, igual que sobre PLL (Pretty Little Liars), a gente que sigo en Twitter, y que a su vez son fans de Glee o Anatomía de Grey, pero no sabía mucho más.
Para mi Kristen Bell es (entre otras) la «bitch» de Burlesque, Tina Majorino es la pobre doctora Brooks, Amanda Seyfried es Amanda Seyfried, Charisma Carpenter es Cordelia o Chris Lowell es Dell (madre mía, cómo lloré con Dell)…
Si tú tampoco sabes de qué va Veronica Mars, no te preocupes, en los primeros minutos de la película te ponen al día de qué pasó en aquellas tres temporadas. Veronica ahora es feliz con Piz, es una aspirante a abogada en Nueva York, esperando su primer trabajo en un importante bufette. En el pequeño intervalo de tiempo mientras espera esa llamada, decide volver a su ciudad Neptune, puesto que Logan ha sido acusado de haber matado a su novia (qué mala suerte tiene este chico con las novias), que fue compañera de instituto y ahora es (o era) una famosa cantante.
Durante su estancia en Neptune además tendrá lugar la fiesta de décimo aniversario de su promoción, a la que ella no quiere ir.
Los acontecimientos se van sucediendo y Veronica, poco a poco, se va viendo más atrapada en su antiguo hogar, su antiguo trabajo, sus antiguos amigos, su antiguo amor…
Si te gustan Castle o Elementary, o eras de Luz de Luna o Remington Steele, esta es tu película. Y sin salir de casa, porque podrás verla en plataformas digitales desde el mismo día de su estreno en USA. Para que no te quejes.