Basada en hechos (más o menos) reales; concretamente en la vida de Walter O’Brien, un empresario irlandés que presume de tener el cuarto CI más alto jamás registrado. Walter ha montado una empresa reuniendo a tres «cerebritos» como él, y a Paige, una antigua camarera que tiene un hijo también superdotado y que sirve de enlace entre la realidad y las cuatro mentes prodigiosas. Scorpion hace pequeños trabajos de seguridad informática, y cosas similares. Pero una grave crisis aérea va a obligarles a trabajar con Cabe Gallo, un agente de Seguridad Nacional, que Walter conoció de adolescente, y al que no tiene en mucha estima.
Otra de esas series que confirman mi teoría de que hay parejas de ficción que nunca deberían sucumbir a la tensión sexual. Y encima Katharine McPhee no canta. Está en Netflix.
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