Necesito libros con tramas autoconclusivas. No puedo con este «vivo sin vivir en mi» (qué Teresiana me he vuelto, desde que vivo en Ávila) de las trilogías, tetralogías y demás sagas.
Y es que, una vez más nos encontramos ante una trilogía. Y una vez más el segundo libro está publicado ya en USA (adivinad qué le pedí a los Reyes), pero el tercero no se publica allá hasta agosto. Y una vez más tendré que releerme los dos primeros el próximo verano. Espero que no me decepcione.
Esta es la historia de Kate Cahill y sus hermanas Tess y Maura, brujas las tres, en un pasado distópico (¿existe el concepto, o sólo se puede aplicar al futuro?) que han de ocultar su condición, perseguida, en la Nueva Inglaterra de finales del siglo XIX, como si de la Inqusición medieval se tratara.
Y es que las brujas fueron numerosas e importantes años ha. Demasiado poderosas para algunos, que decidieron perseguirlas e intentaron borrarlas del mapa.
Así que las tres hermanas de nuestra historia no pueden dejar que nadie sepa que son brujas, ni siquiera su propio padre, que vive en su pequeño mundo, más reducido aún desde que murio la madre de las niñas, bruja también.
El último encargo de su madre a la mayor de las hermanas, fue que cuidara de ellas, y que no permitiera que nadie descubriera su secreto. Aunque es posible que hubiera algún mensaje escondido que deberá encontrar…
Y Kate deberá decidir qué hacer con su futuro. Tiene diferentes opciones, casarse con su amigo de la infancia que la llevaría a New London y la alejaría de sus hermanas, o con algún otro hombre que La Hermandad eligiera para ella, para quedarse en el pueblo y poderlas cuidar, o ingresar en Las Hermanas (la sección femenina de la Hermandad), aunque también podría huir a Dubai, que se nos muestra como un ejemplo de modernidad y una tierra donde las brujas pueden vivir en libertad…
El caso es que debe tomar la decisión en unas pocas semanas, y antes descubrirá que puede ser una pieza clave de una extraña profecía. ¿Qué decisión tomará?