El humano de la pandilla

Hay ocasiones en las que una ciudad normal de Estados Unidos concentra tal número de seres sobrenaturales entre su población (adolescente y adulta), que cuesta encontrar al «humano» de la pandilla. Es el caso de Sunnydale, Sleepy Hollow, o incluso grandes urbes como Portland o Nueva Orleans. (Para los menos «expertos» en la materia, diré que hablo de series como la legendaria Buffy Cazavampiros, Sleepy Hollow, Grimm y Los Originales).

En esta ocasión me voy a centrar en las ciudades donde viven dos chicos normales, Stiles Stilinski y Matt Donovan. Dos adolescentes que van al instituto, salen con sus amigos y con chicas (o, al menos uno de ellos lo intenta), luchan con los exámenes o practican deporte. Lo único que les diferencia del resto es que no son vampiros, ni hombres lobo, ni brujos, ni ningún otro ser mitológico. Son humanos. Y sobreviven.

Si Shonda Rhimes y Stephenie Meyer escribieran juntas una serie, sería, sin duda, Crónicas Vampíricas. Mystic Falls es una pequeña (imaginaria) y pintoresca ciudad en el estado de Virginia, en la que la gente parece que sólo come, bebe y va a fiestas. Aquí es donde vive Elena Gilbert, la ex novia de uno de nuestros protagonistas de hoy, Matt Donovan

Elena ha perdido a sus padres en un accidente de coche, y vive con su hermano menor Jeremy (rebelde y metido en drogas) y su tía materna (poco mayor que ellos, y, tras el accidente, su tutora legal). Y sí, Elena escribe un diario, (al que llama “querido diario”) en su dormitorio, o mientras se esconde del resto del mundo entre las tumbas del cementerio, donde están enterrados sus padres. Tiene dos amigas, la controladora e insegura Caroline y la bruja Bonnie. Y cuando digo bruja, lo digo en sentido literal de la palabra, de una de las familias más antiguas e importantes de cuantas existen.

Conozcamos al resto de la pandilla. Aparte de Matt, tenemos a su hermana Vicky que coquetea a tiempo compartido con las drogas, con Jeremy Gilbert (el hermano de Elena) y con Tyler Lockwood, que es el hijo del alcalde  (y que tiene un serio problema de control de la ira.) Y, por supuesto, los adultos, entre los podemos destacar a la mujer del alcalde (la madre de Tyler), la Sheriff Forbes (la madre de Caroline) y a Alaric Saltzman, el nuevo profesor de historia del Instituto, que, a pesar de un principio algo accidentado en la ciudad, acaba ganándose el corazón de todos, buenos y malos. Por cierto, todos, todos, adolescente y adultos, son guapos.


Pero a  Mystic Falls ha llegado un chico nuevo: Stefan Salvatore. Es atractivo, bueno y misterioso. Se trata de un vampiro que dejó de tomar sangre humana, para alimentarse sólo de sangre animal. Y se ha enamorado de la inocente Elena, a la que no quiere poner en peligro, pero a la que observa en sueños, (al más puro estilo Edward Cullen.) Parece el hombre ideal para Elena. Pero, claro, no hay nada más sexy que un malo, muy malo, muy guapo y muy enamorado.

Y es que a la vez que Stefan, ha llegado a la ciudad, Damon, su hermano. Y es malo. Mata casi por diversión, tiene una enorme facilidad para insultar con una sonrisa, una mirada que asusta y derrite a partes iguales, y una relación de amor-odio con su hermano, al que podría defender con su vida, o matar con sus manos. Esas relaciones fraternales, como la de los Winchester, que tanto les gusta a los guionistas de CW, el canal que emite esta serie, y también Sobrenatural, Arrow, o The Flash. De ahí que haya esos bailes de actores de unas y otras. Porque tenemos a Stephen Amell (Oliver Queen, aka Arrow) de licántropo. A Lauren Cohan o Sebastian Roché (Bela Talbot y Balthazar, ambos de Sobrenatural), como vampiros. A Rick Cosnett (Eddie Thawne de The Flash) como científico loco. Siempre digo que firmar un contrato con este canal, es un seguro de por vida.

Con la llegada de los hermanos Salvatore, empieza el “culebrón” al más puro estilo Shonda Rhimes. Todos se lían con todos y empiezan a morir los personajes que menos te esperas. Mientras, la población de seres sobrenaturales empieza a crecer como la espuma y las vidas de todos ellos corren peligro continuamente, amenazados por Katherine, la de Elena, de la que los dos hermanos Salvatore estuvieron enamorados, los Mikaelson, la familia de vampiros originales e inmortales (con spin off propio), Silas el inmortal engañado por una bruja, los Cinco cazadores de vampiros, o, entre otros, el Consejo de las familias fundadoras, que, se supone, defiende a la ciudad.

 

Stefan también escribe un diario. Y gracias a él viajamos al pasado de los Salvatore, para conocer el oscuro pasado de ambos. Porque Stefan no siempre fue tan bueno, y Damon… Bueno, casi siempre ha sido malo. Aunque con esas pelucas que les ponen para caracterizarles, no me sorprende que mataran a gente. Lo que no entiendo es cómo no han matado aún al responsable de peluquería.

Se emite en TNT y en la Sexta. Las primeras seis temporadas están en DVD. Daos prisa, porque la séptima, la primera desde que abandonara Nina Dobrev (dicen que porque no podía soportar la relación de Ian Sommerhalder, de quien fue novia durante años, con Nikki Reed, su actual mujer), podría ser la última, según afirman algunos medios americanos. Muy recomendable su spin off, Los Originales, algo más adulta.

Si hasta ahora hablábamos de un pueblo con una alta población de vampiros, (aunque se haya colado algún licántropo que otro) en Beacon Hills, la ciudad donde transcurre la historia de Teen Wolf, (hasta ahora) no hemos encontrado ninguno. Aquí sólo hay hombres lobo. Bueno, también hay una mujer-coyote, una banshee, un kanima, alguna kitsune, un hellhound, varias quimeras y algunos otros seres de los cuales yo no había oído hablar hasta que empecé a ver esta serie.

Beacon Hills está en California y es otra ciudad imaginaria (casi) normal. Y nuestro segundo protagonista del día (interpretado por el fabuloso Dylan O’Brien, que es mejor actor cada día, ¿le habéis visto en las películas de El Corredor del Laberinto?) y Scott McCall son dos amigos (casi) normales.

Y es que Stiles (cuyo verdadero nombre de pila, posiblemente, nunca conoceremos) es el hijo del Sheriff, y tiene una especial intuición (y, a veces, obsesión) para la investigación criminal. Una noche, (la noche antes de empezar el curso) tratando de saber más de un caso de asesinato, se adentran en el bosque, y son atacados por un lobo, que muerde a Scott, convirtiéndolo (como os podéis imaginar) en hombre lobo.

A partir de ese momento ya nada será normal. A la nueva condición de Scott, habrá que unir las idas y venidas de nuevos personajes a la ciudad, como Allison Argent y su familia, que resultan ser una saga de grandes cazadores de licántropos (a ver cómo le explica la chica a su (atractivo) padre, que está saliendo con uno) o Derek Hale, que podría ser malo, o no, y que podría ser el que mordió a Scott, o no, o Peter Hale, su tío, que debería estar muerto, o Deucalion y su manada de alfas, o Ethan y Aiden, los gemelos licántropos que se funden, o el nogitsune (espíritu maligno) que poseerá a Stiles (que a pesar de todo, seguirá siendo humano), o los Dread Doctors. Personajes, todos ellos, cada vez más oscuros y extraños.

Y por supuesto, no podemos olvidarnos de aquellos que ya vivían Beacon Hills, como la inteligentísima Lydia, el amor platónico de Stiles, que se hacía pasar por tonta, y que ha ido cobrando mayor protagonismo (a medida que sus labios crecen.) O el que fue su novio, Jackson (no deben ser actores muy altos los que participan en esta serie, porque Colton Haynes, aquí parece de estatura normal) el rival de Scott, niño rico, mimado y adoptado que busca aún más de lo que tiene. O Danny, su mejor amigo (abiertamente gay) que desapareció de repente (con el juego que daba.)

O los adultos como la madre de Scott o el padre de Stiles (¿tan difícil es hacer que estos dos se enamoren? ¡si son perfectos el uno para el otro!), o el jefe de Scott, el veterinario, que sabe más de lo que aparenta, o el entrenador del que no hemos vuelto a saber nada. O Parrish, el nuevo alguacil y ex militar al que le encanta pasearse sin camisa (y al que Lydia ha echado el ojo)

Con el tiempo la manada de Scott, que se ha convertido en un alfa de pleno derecho, ha ido creciendo y se han ido uniendo personajes como Liam, al que mordió por accidente, o la chica que se crió sola en el bosque, Malia, la novia de Stiles (que se cansó de esperar a Lydia, y ha pasado de no saber muy bien lo que hacía con las chicas, a convertirse en todo un Don Juan), o la dulce e insegura Kira, que ha sustituido a Allison en el corazón de Scott.

La serie empezó con un aire adolescente, pero ha ido creciendo igual de bien que sus protagonistas. Se ha ido haciendo más oscura, ofreciendo momentos de auténtico suspense y mucho miedo. Trata con naturalidad la homosexualidad (hay múltiples personajes gays), y le da especial importancia a la música. No en vano es una serie producida por MTV, aquel que en su día fue un canal musical.

Lo que nunca puedes adivinar es cuántos episodios tendrá cada temporada. Las hay de doce, las hay de más de veinte divididas en dos partes. La han emitido Neox y Xtrm. En cuanto a los DVD, mejor buscar en Amazon. Esta semana ha comenzado en USA la segunda parte de la quinta temporada, y está confirmada al menos, una sexta. Que la disfrutéis.

Publicado en Tribuna de Ávila