Encarnita Polo en Ávila

Hubo una época, en España, en la que la música estaba claramente diferenciada. No había más mestizaje que el racial. La copla era copla. El pop era pop. Y, entonces surgió una jovencita sevillana, acompañada de un músico argentino, y, juntos, tiraron abajo todos los muros, con una copla de Lola Flores, a ritmo del más puro yé-yé.

Aquella joven sevillana (Encarnita Polo) y el músico argentino (Adolfo Waitzman)  se casaron, y algunos años después, se divorciaron. Pero juntos habían tenido dos criaturas, una humana y otra musical, El Flamenco Pop, como lo bautizaron algunos críticos, ante el horror de los más puristas, que consideraban aquello un sacrilegio.

Aquel sacrilegio vendió muchos discos, en la época en la que sólo podías escuchar una canción si comprabas el vinilo o si la ponían en la radio, y cuando nadie podía siquiera imaginar el mp3 o Spotify. Y es que Pepa Bandera está a punto de cumplir cincuenta años.

Después de Pepa Bandera llegó Paco, Paco, Paco, que, originalmente, eran unas sevillanas que popularizó Marifé de Triana. Aquella misma canción que, hace unos años, se puso tan de moda por el montaje con el Single Ladies de Beyoncé, ¿os acordáis?

Pronto llegarían otras canciones y otras cantantes, como Échale Guindas al Pavo, de Rosa Morena (aunque muchos la confundan), y el Achilipú de Dolores Vargas, y después vinieron Las Grecas y el Flamenco Pop se fue dividiendo en subestilos, y así, hasta nuestros días.

Aquella sevillana decidiría ampliar el abanico de su repertorio, incluyendo canciones originales de autores españoles como Cecilia, María Ostiz, o Moncho Borrajo, baladas francesas e italianas, o boleros, aunque no todo el mundo conoce su perfil de cantante melódica, que, realmente es el que a ella más le gusta.

Y precisamente en esta vertiente, Encarnita Polo visita Ávila esta semana. Acompañada únicamente por un pianista abulense, y por un percusionista cubano, interpretará “Canciones y Boleros”, el próximo día 1 de mayo, en el Auditorio de San Francisco, a las ocho de la tarde, como parte de las festividades de San Segundo. Pero, seguro que no olvidará aquellos grandes éxitos con los que tiró abajo los convencionalismos de una sociedad musical demasiado encorsetada.

Publicado en Tribuna de Ávila