El incierto futuro de Divergente

¿Es posible que las adaptaciones cinematográficas de novelas de ficción juvenil (lo que yo siempre llamo young adult) se hayan topado con el final de la veta?

Primero fue Cazadores de Sombras, de la que ya hablé en su día, la que acabó convirtiéndose en serie televisiva. No sabemos aún qué va a pasar con el tercer largometraje del Corredor del Laberinto, puesto que se continúa manteniendo el (excesivo) secretismo en cuanto al estado de su protagonista, después del accidente que sufrió en los primeros días de rodaje. Ahora es la saga de Veronica Roth, la que se encuentra en una difícil encrucijada.

Después del estreno de las tres primeras películas, basadas en Divergente e Insurgente, (los dos primeros libros de la saga) y la primera parte de Leal, ahora resulta que la cuarta (el resto del tercer libro), inexplicablemente bautizada como Ascendente (será cosa del horóscopo) no se va a estrenar en cines, sino directamente en televisión, lo que parece que no ha gustado mucho al cast protagonista, e incluso, se ha especulado con la posibilidad de que Shailene Woodley pudiera no interpretar más a Tris.

Yo me pregunto, si la decisión habrá sido debida a que la maldita costumbre/manía de dividir los últimos libros de las sagas en dos películas, por aquello de exprimir más el limón, no les habrá estallado en la cara. Porque dudo que el final de la historia (que, por razones obvias, no os voy a contar, pero que sí os diré que no me gustó en absoluto) haya influido. Después de todo, cuando empezaron la producción, ya lo conocían.

En mi propia experiencia personal os diré que mientras la historia contada en Divergente e Insurgente me encantó, Leal fue una decepción, y no solo por el final. Las películas no están mal, aunque no fueran del todo fieles (ya sabéis que me pongo muy pesada con ese tema). Seguí con mucho interés la preproducción y la elección del cast, incluso tuve la suerte de entrevistar a Theo y Shailene, sus protagonistas. Por cierto, al principio parecía esta actriz excesivamente parecida a Jennifer Lawrence, aunque la comparación ahora es impensable, con la protagonista de Los Juegos del Hambre cada día más guapa y mejor actriz. Parecía, también, que  iba a convertirse en la nueva obsesión juvenil, protagonizando esta saga y Bajo la misma estrella, pero creo que se ha quedado a medio camino.

Ah, ¿que no sabéis de qué va Divergente? Chicago es una ciudad aislada y rodeada por una gran cerca y cuya sociedad se divide en cinco facciones, cada una de ellas enfocada únicamente en una virtud: Verdad, Osadía, Abnegación, Erudición y Cordialidad. Da igual dentro de qué facción hayas nacido, una vez cumplidos los dieciséis años tendrás que elegir a cuál vas a pertenecer, tras pasar una prueba, que analiza tus reacciones a una simulación. Si el resultado de dicha prueba indica que has de pertenecer a una facción distinta a la de tu familia, habrás de despedirte de ellos. La facción es antes que la sangre.

Beatrice y su hermano Caleb pertenecen a Abnegación una facción en la que lo único que importa es el servicio a los demás, el altruismo y el desinterés por uno mismo. Visten de gris, no tienen espejos, ni adornos en sus casas, ni mucho menos libros. Eso es solo para los que pertenecen a Erudición, y no se puede decir que se lleven precisamente bien entre ellos.

Pero Beatrice va a descubrir que podría pertenecer a más de una facción. Es Divergente. Eso es algo desconocido para (casi) todo el mundo, y, sobre todo es peligroso. Así que, entre las tres opciones por las que se podría decidir, Abnegación, Erudición y Osadía, se va a arriesgar a acceder a esta última. Y una vez hecha la elección, no hay vuelta atrás. A no ser que quieras pertenecer al grupo de los parias sin facción, que como auténticos homeless viven en las calles.

El cuartel general de Osadía es algo así como La Chaqueta Metálica. La vida no tiene ningún valor. Las pruebas para ser admitido (el hecho de haber elegido pertenecer a Osadía, no te asegura la permanencia) brutales, sobre todo para los transferidos, unos chicos y chicas que no están preparados para ello. Por eso van a depender de sus instructores, el despiadado Eric y, sobre todo, el misterioso y atractivo Cuatro. (Por cierto, también hay un libro, Cuatro, en el que se cuenta la historia a través de sus ojos; aquello que empezó Stephenie Meyer con Midnight Sun, pero que en una infantil rabieta dejó a medias).

Tris (ya no será Beatrice nunca más) supera poco a poco las diferentes pruebas, gracias a su valentía, su abnegación y su inteligencia, la ayuda de sus compañeros y la de Cuatro, por quien se va a sentir cada vez más atraída, algo que parece recíproco. Lo que no espera es encontrarse en el centro de una terrible conspiración, ni la importancia que puede tener dentro de ella.

Futuro distópico, chicas “con un par”, historia de amor de futuro incierto, lucha por la libertad ante un gobierno corrupto. Una fantástica banda sonora. Un cast solvente de actores, que entonces eran poco conocidos: además de Shailene Woodley y Theo James, componen el reparto Jai Courtney, Miles Teller, Zoë Kravitz o Ansel Elgort, (que pasó de ser el hermano del personaje interpretado por Woodley a ser su novio en Bajo la Misma Estrella pocos meses después); junto a ellos, nombres y rostros inconfundibles, como Ashley Judd, o Kate Winslet.

Si te gustaron Los juegos del hambre estos son tus libros. O tus películas. Que recrean bastante bien el ambiente agobiante del cuartel general de Osadía, y son tremendamente visuales, en la ceremonia de la elección, con los colores de las diferentes facciones, (gris, naranja, negro, azul), el primer viaje en tren, el primer salto, la subida a la noria, o los tatuajes; aunque, reconozco que yo imaginaba de otra manera las casas de Abnegación, (más que ese punto amish que yo le encontraba, tira a excesivamente medieval). Pero, (y esto es muy importante) no se hace mención alguna a la tarta de chocolate. Imperdonable.

Publicado en Tribuna de Ávila