Ya sabéis cómo me gustan las comedias romanticas, ya sean películas, o, como en este caso, libros. El Club de los Corazones Solitarios es un libro sin mayor pretensión que hacer pasar un buen rato a adolescentes (o neo-adolescentes, que ahora abundan) viviendo las aventuras de Penny Lane y sus amigas del instituto (aunque bien podrían ser compañeras de universidad o de oficina) que, hartas de que los chicos las hagan sufrir deciden no volver a salir con ellos (al menos mientras dure su etapa escolar) y crear el Club de los Corazones Solitarios (como la Banda del Sargent Pepper) anteponiendo su amistad a cualquier posible cita con alguien del sexo opuesto. Claro que una cosa es lo que decidimos y otra lo que el destino y los acontecimientos nos deparen.
Que la protagonista se llame Penny Lane no es casualidad. Sus padres son unos fanáticos de The Beatles que se conocieron en una de las muchas manifestaciones de dolor espontáneas que surgieron a la muerte de Lennon. Sus hijas se llaman como los títulos de tres de sus canciones (Lucy, Rita y Penny Lane) y todo en su vida y su entorno tiene un punto «beatlemaníaco».
Los personajes siguen el estereotipo de las historias de adoleacentes americanos, las animadoras, el equipo de Futbol, el baile, el centro comercial… Se lee con facilidad, supongo que la misma con que se olvida una vez cumplido su cometido, entretener y hacer pasar un buen rato a las lectoras, porque, no nos engañemos, es un libro para chicas, el primero de su autora, Elizabeth Eulberg, cuya ocupación anterior era ser la editora de Stephenie Meyer (la madre de la saga Crepúsculo).
El libro está editado por Alfaguara.