Este otoño se han estrenado cuatro nuevas series de Marvel: Runaways, The Punisher, Inhumans y The Gifted.
En esta vida se pueden hacer las cosas bien y se pueden hacer las cosas mal. Y (ojo, desde mi punto de vista) Marvel las está haciendo muy bien, en lo que a la relación series-películas se refiere. Mientras que DC no ha gestionado ese aspecto concreto tan bien como a mi me hubiera gustado. No me voy a andar por las ramas. Para mi, Barry Allen es Grant Gustin, y punto.
Es una pena que con lo bien que han hilado todo el Arrowverso, (al cual estoy absolutamente enganchada), hayan desperdiciado el tirón que les ofrecía una fan–base tan bien asentada. Si nos atenemos a datos muy fáciles de obtener, Arrow de CW tiene más de ocho millones y medio de fans, (que lo perdonan todo) y su hermana pequeña, The Flash más de seis millones. Mientras, la película de la Liga de la Justicia no llega ni a la mitad.
Que conste que no estoy de acuerdo con todas las decisiones tomadas por CW, como la elección de Tyler Hoechlin y sus escasos 183 centímetros para interpretar a Clark Kent; claro que la opción alternativa a Henry Cavill era aún más difícil, si cabe, si tenemos en cuenta que Brandon Routh no estaba disponible para el papel.
Ya me estoy yendo por las ramas. Yo estaba hablando de lo fino que han hilado en Marvel, y cómo todas las series se han ido relacionado en mayor o menor medida con el universo Vengadores y, más concretamente, el “incidente de Nueva York”, aunque haya sido simplemente mediante referencias, o en forma de actores protagonistas. Dar la oportunidad a Hayley Atwell con su propio show, (Agente Carter me aburrió un poco, he de reconocerlo), y resucitar a Phil Coulson, al que adoro, ha dado mucho juego.
Por no hablar del encaje de bolillos que la colección Marvel/Netflix ha realizado con Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage, Iron Fist, The Punisher y los Defenders.
Pero toda regla tiene su excepción. Yo que creía que Inhumans sería la continuación perfecta de Agents of SHIELD, que había dejado la puerta abierta. Bueno, pues… Hay demasiadas series y demasiado poco tiempo para perder, y ya nadie me va a devolver esas más de cinco horas que he dedicado a Black Bolt y su familia.
Claro que el hecho de que Inhumans sea “así”, ha marcado aún más la diferencia con otra de las serie estrenadas por Marvel este otoño (junto a Punisher y Runaways): la estupenda The Gifted. Fox ha intentado desmarcarse del universo cinematográfico de los mutantes, algo que consiguió claramente con Legion. Y aunque se menciona en el piloto que los X-Men han desaparecido y que no se sabe nada de la Hermandad de los Mutantes, (en referencia a X-Men: La decisión final) los productores de la serie han dejado claro que no cabe esperar ningún cameo que nos arranque una sonrisa cómplice. Bueno, eso si no tenemos en cuenta el de Stan Lee en el piloto.
Tendremos que conformarnos con un Stephen Moyer vestido (los fans de True Blood se van a llevar una decepción) un padre de familia que después de haber trabajado como fiscal acusando mutantes durante mucho tiempo, va a descubrir que, no uno, sino sus dos hijos lo son también. Y muy poderosos. Y, de la noche a la mañana, va a convertirse de perseguidor en perseguido, mientras sus vidas corren peligro, amenazados por aquellos con los que, hasta ayer, trabajaba. Y es que ser mutante no es una broma, en un tiempo en el por el simple hecho de serlo te ganas unas vacaciones pagadas, en el mejor de los casos.
Así los Strucker van a tener que refugiarse en una comunidad mutante clandestina, en plena lucha por su supervivencia, que intenta reunir a cuantos congéneres encuentra y protegerlos a ellos y esa libertad tan efímera que viven. Y van a tener que convencerles para que acepten en sus filas no solo a dos humanos corrientes y molientes, sino, que uno de ellos es, además, uno de los responsables del encarcelamiento (y quén sabe qué negro futuro) de muchos de los miembros de sus filas.
Las relaciones entre los propios mutantes tampoco son sencillas. Una comunidad en la que vive un montón de gente guapa y joven, siempre conlleva su ración de drama y enredo. Una especie de Melrose Place mutante, pero sin piscina, con Eclipse (Sean Teale), Blink (Jamie Chung), Polaris (Emma Dumont) Thunderbird (Blair Redford), Sage (Hayley Lovitt), o Dreamer (Elena Satine), como protagonistas.
The Gifted es una serie de 13 episodios, cuyo título (en inglés) siempre tiene una palabra que contiene la X. Aún no sabemos si se renovará. Se ve en Fox.
Publicado en comicconspain.com