Esta serie en la que un adolescente licántropo que tiene que lidiar con la vida del instituto, mientras resuelve asuntos más peligrosos, (un remake que nada tiene que ver con aquel de Michael J. Fox), empezó con un aire adolescente, pero creció igual de bien que sus protagonistas, haciéndose más oscura, ofreciendo momentos de auténtico suspense y mucho miedo. Trata con naturalidad la homosexualidad, y le da especial importancia a la música. No en vano fue una serie producida por MTV, aquel que, en su día, fue un canal musical.
Protagonizada por Tyler Posey y el, para mi gusto, mejor actor de su generación, Dylan O’Brien, entre otros. Está en Netflix.
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