Roadhouse Romance

Una veterana  del ejército que acaba de llegar de dos años de misión fuera del país, vuelve para encontrarse con que su abuelo ha muerto, su novio ha decidido no esperar por ella, y el negocio familiar, un bar de country, no solo está en decadencia, sino que, además, se ha perdido la receta secreta de la salsa barbacoa del abuelo, y que era su sello de identidad. Pero ella es dura, y se lo toma todo con una sonrisa. Y, aunque no es una gran actriz, y le sobran unos kilitos, canta de maravilla.

Un gruñón director de películas para televisión, fan de la ciencia ficción, conduce, cruzando el país, acompañado de su manager y mejor amigo, para llevarle a su guapísima y superficial novia (la suya, no la de su amigo) su regalo de cumpleaños: un coche clásico de color turquesa. Su coche y el pick-up de la chica del bar se van a besar mucho antes que ellos dos.

Y para reparar un coche de esa categoría, hacen falta piezas que puede que lleguen «mañana» (Tyler vuelve a decir «Tomorrow» con su forma especial de hacerlo), o la semana que viene. Y tendrán que quedarse a esperar por ello.

Lo mejor: Las manos de Tyler Hynes, siempre. Pero con el anillo en el dedo índice son aún más sexys. Y la referencia a la Macarena.

Lo peor: El empeño en poner a Hynes con cantantes, que no son actrices, y se les nota (LeAnn Rimes no cuenta). La química con Lauren Alaina no  es tan mala como con la terrible Kellie Pickler,  pero, claro, después de Erin Krakow todo es siempre difícil. Espero ansiosa su colaboración con Bethany Joy Lenz.

Festival/mercadillo de otoño. ✅
Beso antes del final. ❌
Baile lento (con o sin giro)✅
Excusa para ponerse una corbata y un traje de noche. ❌
«S’mores» alrededor de la hoguera. ❌

♥♥♥ 6/10

Dirigida por Paul Ziller (2021)

Recién estrenada, aún no está disponible en España.