Una familia vuelve a casa de sus vacaciones. Por un problema de overbooking, tienen que hacerlo en aviones distintos; uno de ellos sufre unas inesperadas y violentas turbulencias. Cuando aterrizan, todo es extraño. La torre de control se comporta de una manera muy rara, son desviados a otro aeropuerto, donde son recibidos por docenas de coches de policía, bomberos y ambulancias. El pasaje no entiende nada, pero pronto van a saber la verdad. Su avión despegó en abril de 2013, pero, para cuando aterrizan estamos en noviembre de 2018. El vuelo ha durado algo más de lo previsto, unos cinco años y medio.
Con muchas cosas en común con perdidos, pero sin el mismo carisma. Está en HBO.
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