Perdidos en el espacio

Esta semana se han anunciado un montón de cancelaciones de series (más de veinte), para la próxima temporada. Y otras cuantas renovaciones, entre ellas, una segunda temporada de Perdidos en el Espacio, el remake de Netflix de aquella serie de los años sesenta, que, en tres temporadas, dejó una inmensa huella en la historia de la televisión y la ciencia ficción.

La serie tuvo una adaptación cinematográfica en 1998, bastante mala, a pesar del super reparto con el que contó. A saber: William Hurt, Gary Odlman, Mimi Rogers, o Matt LeBlanc, entre otros.

Pero es que, a su vez, esta historia está basada en la novela El Robinsón Suizo, de Johann David Wyss, de la que también nació una adaptación, que muchos conocimos como Los Robinsones de los Mares del Sur, aquella peli de Disney, que fue la más cara de su época.

Todos conocemos la historia, ¿verdad? Una familia que naufraga, (bien sea en el mar o en el espacio), y acaba en una isla (o planeta) desierto, donde se tienen que adaptar, si quieren sobrevivir.

En la nueva adaptación de Netflix, el padre es militar, la madre ingeniero, ( y no se llevan demasiado bien) una de las hijas es médico, también hay una adolescente, bastante rebelde (por supuesto) y un hermano pequeño, que parece el más inútil de la familia. Hasta que demuestra lo contrario.

Y en un solo episodio (en el que nos presentan a la familia, pero habrá más personajes que conocer en los siguientes), les pasa absolutamente de todo. Además del ataque a la flota y un aterrizaje forzoso, van a conseguir sobrevivir sin morir ahogados, congelados o incendiados. Todo en poco menos de una hora.

Ahora que se acaban todas las series de temporada regular (lo habéis adivinado, ya empiezo con mi depresión del hellatus), es una buena ocasión para empezar a ver todas esas series que te ofrecen completas los múltiples canales y plataformas entre las que podemos elegir. Que las disfrutéis.