Este año tenemos una buena remesa de series nuevas de acción, así, sin fantasía, ni eventos paranormales o supernaturales a la vista.
S.W.A.T. (nuestros Hombres de Harrelson) se estrenará en AXN próximamente, y está protagonizada por Shemar Moore, el amoroso Derek Morgan de Mentes Criminales (que esta semana ha vuelto para dar un achuchón a García, que estaba de bajón). También AXN será la encargada de emitir The Brave, con Anne Heche, Mike Vogel, y Tate Ellington como un grupo de las fuerzas especiales que se encargan de rescatar ciudadanos secuestrados o atrapados en zonas de conflicto. Hablaremos de ellas en cuanto las veamos. Otra de las series con trasfondo militar de estreno este año es Valor; de CW aún no se ha confirmado cuándo, dónde y si se estrenará en España.
Hoy, sin embargo, le toca el turno a Seal Team (Fox), centrada en un grupo de soldados de élite, a las órdenes de Jason Hayes, nada menos que el querido David Boreanaz, especialista en papeles de duro adorable como el vampiro que enamoró a la cazavampiros, y se gano un spin-off propio (Angel), y el agente del FBI que conquistó a la experta en anatomía forense más insensible y gritona de la historia de la televisión (Bones). Le acompañan Max Thieriot (Bates Motel), Jessica Paré (Mad Men), o A.J.Buckley (CSI Nueva York) entre otros. Mi mayor (y más agradable sorpresa) fue encontrarme haciendo poco más que un cameo, pero alrededor de quien transcurre parte de la trama, a mi Original favorito, Daniel Gillies.
Hago un inciso. El mismo día que empecé a ver Seal Team, (os juro que fue pura casualidad) había empezado también (tras mover Roma con Santiago, porque es una serie realmente difícil de encontrar) Saving Hope, protagonizada, precisamente, por Daniell Gillies, simplemente porque le echaba de menos. Es esta una serie canadiense, muy poco conocida, que podría definirse como un Anatomía de Grey, en el que han cambiado a Meredith por Melinda Gordon (pero en chico). Es decir, es la típica serie de hospitales, pero el protagonista es el Dr. Charlie Harris (Michael Shanks) que además de trabajar con su ex-mujer, su novia y el ex-novio de esta en el mismo hospital, tiene que lidiar con los fantasmas de los muertos y enfermos en coma que se le presentan. Sólo os la recomiendo si sois muy fans de las series de médicos guapos; yo la veo sólo por Daniel. Fin del inciso.
Volvemos al equipo de Seals, que como siempre en estos casos, son casi familia, no en vano, ponen sus vidas en manos de los demás continuamente, en las misiones más peligrosas a las que se enfrenta la marina de USA. Jason está divorciado de su mujer, de la que sigue enamorado, como suele pasar, y vive en casa de Ray, que acaba de tener un hijo, en cuyo alumbramiento no pudo estar, lógicamente, puesto que estaba en una misión. El mejor amigo de Jason era Nate, (Gillies) que murió en acción, de cuya muerte no consigue recuperarse anímicamente, y del que empiezan a aparecer secretos, que necesita investigar.
El equipo trabaja con Mandy Ellis, una agente de la CIA encargada de proporcionarles las misiones. Con ellos ha colaborado también en alguna ocasión, Clay Spenser, un joven que se está preparando duro para acceder a este cuerpo de élite; no es su capacidad la que le está dificultando su misión, sino el hecho de ser hijo de un marine que escribió un libro, del que aún no sabemos mucho, pero que debió de hacer mucho daño al cuerpo. Y por supuesto, mi miembro del equipo favorito es Cerberus, el maravilloso perro, al que suben y bajan del helicóptero como si fuera uno más.
Como otras tantas series del género, la vida es eso que pasa mientras el Seal Team trabaja de misión en misión. Me gusta mucho el recurso de utilizar cámaras de visión nocturna y go-pro (incluida una en el arnés de Cerberus), para dar la sensación de encontrarse inmersos en la acción. Muy recomendable para amantes del género.
Publicado en Tribuna de Ávila
