¿Vemos siempre lo mismo? Investigación paranormal

Decíamos ayer (como Fray Luis de León) que parece que todas las series que vemos, son la misma que se repite una y otra vez. Y es que (también) nos encantan las series que investigan lo paranormal. Bien sean fantasmas, vampiros o extraterrestres. Si hacemos un pequeño repaso cronológico, a lo largo de los años, siempre ha habido al menos una o dos en pantalla.

 

Prueba de cuánto nos gustan, es que después de tantos años, la (mini) décima temporada de Expediente X (están de moda los reboots, también para series de otros géneros, como Padres Forzosos o Las Chicas Gilmore) de ¡sólo! seis episodios ha sido un éxito. Los nostálgicos teníamos muchas ganas de volver a ver a Mulder y Scully, después de tantos años. (No. Aún no la he visto; la programé en Fox, pero no podido aún. Necesito aprender de una vez a manejar el descodificador nuevo y, sobre todo, un fin de semana para verla del tirón y con muchas palomitas).

En lo que a vampiros se refiere, nadie los ha matado (o besado) con mayor soltura que Buffy Cazavampiros (que no sólo cazaba vampiros). ¿Cómo es posible que una serie tan, digamos, cutre, con esos maquillajes y unos efectos especiales de los años 80 (a finales de los 90) nos ganara de esa manera? Siete temporadas, un spin-off, una adaptación para el cine y mil referencias en otras películas y series a lo largo de los años, han demostrado la genialidad de Josh Whedon (por si alguien no sabe de quién hablo, es el autor de esta, Firefly o Agentes de Shield, y guionista de Toy Story o Los Vengadores. Y son solo algunos de sus títulos).

Cuando se trata de todo lo paranormal, la serie más longeva, y de la que ya os he hablé en mi primer post (es que es mi serie favorita) es Sobrenatural, que va por su undécima temporada (y aún no sabemos cuál será su futuro). Si no leísteis el post en su día, y os interesa, os invito a buscar en la sección de blogs, donde tenéis todo el histórico.

Tengo que hacer una confesión pública. No he visto Fringe. Mi amiga Marisa (con la que comparto prácticamente todas mis aficiones) me persigue para que la vea, y sé que tengo que hacerlo cuanto antes. Bien es cierto que vi los primeros cinco o seis episodios en Telemadrid cuando la estrenaron, y me gustó mucho. Pero en aquella época no era tan aficionada (por no decir obsesiva) con las series, y la abandoné por alguna otra cosa. Prometo que la voy a ver en cuanto pueda.

Me pregunto qué harán los amantes del género en Estados Unidos los viernes por la noche. ¿Grimm o Sleepy Hollow? ¿NBC o Fox? Que conste que han sido estos últimos los que decidieron cambiar la noche de programación, para hacerlas coincidir. Nunca entenderé a los programadores.

Si yo tuviera que elegir, no tendría ninguna duda. Grimm es una de mis series favoritas y cuenta con uno de los personajes que mejor me caen de la televisión, pero también con uno de los más odiosos. Transcurre en Portland, donde Nick Burkhardt es un policía de homicidios, junto a su compañero Hank. Fue criado por su tía (algo hippie), ya que sus padres murieron cuando el era un niño. Vive con su novia Juliette, veterinaria, y son una pareja feliz. Un día su tía llega a su casa. Está enferma, le queda poco tiempo y tiene algo que darle (una caravana llena de libros) y algo que decirle: Él es un Grimm. A partir de ahí el mundo de Nick, y de todos los que viven a su alrededor, cambiará radicalmente.

Nosotros no lo sabemos, pero el mundo está lleno de «wesen» (la serie está repleta de palabras en alemán, impronunciables para mi). Un wesen es una persona aparentemente normal, pero que, además, tiene parte animal, y puede transformarse voluntariamente, o en estados de nervios o ansiedad. Pero es algo que no ve el ojo humano; sólo si ellos lo desean, o si eres un Grimm, cuya principal misión es eliminar a los wesen.

Los episodios al principio (aparte de unos maquillajes que recordaban a Buffy, y no es un piropo) tenían siempre alguna referencia a los clásicos cuentos de los hermanos Grimm (no hace falta que remarque el juego de palabras, ¿verdad?), empezando por una Caperucita Roja, en la que el lobo feroz, no era tan feroz. Se trataba de un relojero, algo ermitaño, que se ha acabado convirtiendo en uno de los personajes más simpáticos de la tele actual. Monroe, que  va a ser una fuente inagotable de información wessen, en un mundo completamente desconocido para Nick, y un pilar fundamental en su formación como Grimm, una vez que deja de contar con la ayuda de su tía, a la que matan en seguida.

El personaje de Monroe contrasta sin embargo con el de Juliette, la novia de Nick. ¿Verdad que en las series casi siempre hay un personaje al que odiamos, no porque sea malvado, sino porque simplemente es idiota? Siempre hace lo que no debe, mete en líos a los demás, o peor aún, se mete en líos de los que los demás les tienen que sacar… Pues esa nómina de personajes a los que matarías con tus propias manos, la encabeza ella sin duda alguna. Pero la verdad es que se compensa con otros como el agente Wu, al que siempre le pasa de todo, o la dulce Rosalie, de pasado oscuro, o con los malos, que luego resultan no ser tan malos, o sí…

Según avanzan las temporadas, y los arcos argumentales se van complicando, te atrapa de tal manera que hasta olvidas las terribles caracterizaciones. Se emite Calle 13 con muy poca diferencia temporal respecto al calendario americano (otro gran acierto del canal) y en Cuatro. Muy recomendable.

No es que Sleepy Hollow sea una serie mala, en absoluto. Simplemente, empezó muy bien, pero no ha sabido evolucionar tan bien como otras. Y no creo que el cambio de fecha de emisión le haya ayudado en absoluto.

Ichabod Crane era un soldado inglés que se alió con los americanos en la Guerra de Independencia. Resulta que todos esos generales de los que hemos oído hablar en los libros de historia y en las películas, (Washington, Jefferson, Benjamin Franklin…), no solo eran amantes de lo oculto, sino que lo emplearon para ganar la guerra.

Cuando el Jinete sin Cabeza (no olvidemos que seguimos en Sleepy Hollow), que era un malísimo soldado inglés, es resucitado en nuestros días, también  lo hace Ichabod, a cuya vida (y sobre todo cuya muerte) había sido ligado. Una vez en el siglo XXI, Crane conocerá a la Teniente Mills, con la que compartirá sus conocimientos históricos (y todo lo que aprendió de aquellos Generales) para intentar frenar (una vez más) el Apocalipsis (y todo lo que, en el futuro, se les venga encima).

La emiten Fox y (también) Cuatro. Recomendable para fans de este tipo de series (que no estén hartos de “ver siempre lo mismo”)

Publicado en Tribuna de Ávila, 27.02.2016