Para Ashton Kutcher no es ninguna novedad lo de protagonizar una sit-com. Pero ver a Sam Elliott y Debra Winger, mientras escuchas risas enlatadas de fondo, es menos habitual. Después de un tiempo jugando al fútbol (americano) semi-profesional, Colt vuelve al hogar familiar, a ayudar a su padre y a su hermano a trabajar en su rancho, en Colorado. Su madre, además, es la dueña del bar del pueblo.
Tiene un par de Emmys a la fotografía, así que aunque sea por los paisajes (y Asthon) merece la pena. Está en Netflix.
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