Las chicas son guerreras

Las chicas tienen algo especial, las chicas son guerreras… ¿Recordáis esa canción? En su día, en los años ochenta, fue un gran éxito; pero si la escuchas con oídos del año 2016, resulta (como poco) políticamente  incorrecta. La verdad es que los autores, el grupo Coz, fueron expertos en escribir temas que, hoy en día, son impensables. ¿Qué es eso de «Más sexy, muñequita ponte tacón»? Pero, vamos, que no fueron los únicos, los hay muchísimo peores. ¿Qué me decís de  «Sí, sí, sí», aquella canción de Los Ronaldos? ¿»Tendría que besarte, desnudarte, pegarte y luego violarte hasta que digas sí…»? ¿Imagináis que alguien escribiera, a día de hoy, una canción con esa letra?

Ya me estoy desviando del tema. A lo que iba. Esta semana, por aquello del Día de la mujer trabajadora, del cual (dicho sea de paso) no soy muy fan, quiero dedicar mi post a dos mujeres, fuertes, con personalidad, algo desequilibradas, pero muy guerreras. Son Carrie Mathison y Jessica Jones.

Carrie es agente de operaciones de la CIA, y es muy buena. Centrada en su trabajo (que no en su vida personal, con trastorno de bipolaridad secreto incluido), es intuitiva, ambiciosa, valiente e inteligente; en Irak, donde trabaja como agente de campo, ha descubierto, a través de uno de sus contactos, que un prisionero americano ha cambiado de bando, y ahora trabaja para Al Qaeda. Cuando al poco tiempo el Sargento Brody, (que había sido dado por muerto hace años, y que (solo) estaba prisionero), es liberado, Carrie está convencida (e incluso obsesionada) con que el traidor es él.

A partir de ahí empezará una cruzada personal, cuyo único objetivo será desenmascarar a Brody, y para ello utilizará todas las armas que tenga a su alcance (todas), y se enfrentará a quien haga falta, bien sea su mejor amigo y mentor, Saul Berenson (el maravilloso Mandy Patinkin, que hace poco confesó que todos los días, al menos una vez, alguien le dice aquello de «Mi nombre es Iñigo Montoya, tú mataste a mi padre, prepárate a morir») o el jefe del departamento de Contraterrorismo de la CIA.

Homeland es una serie de intriga de corte clásico. Con giros que te dejan una semana conjeturando, con las suficientes dosis de acción, intriga y algo de amor (pero poco). Las dos primera temporadas son excepcionales; posteriormente, algunas líneas argumentales han sido un poco más flojas que otras, pero ya está confirmada la sexta, que empezará en septiembre. La podemos ver en Fox, paralelamente a la emisión americana, y Cuatro. Una serie imprescindible, al menos en sus primeras temporadas. Aunque es posible que luego no la puedas dejar.

Cuando hablamos de las series actuales de superhéroes, (aunque estaría bien recordar algún día las de nuestra infancia, como aquel Increíble Hulk de Lou Ferrigno, ¿os acordáis? Estoy un poco ochentera esta semana) podemos dividirlas en varias categorías.

Están las producidas por Greg Berlanti: Arrow, The Flash, Supergirl y Legends of Tomorrow. Coloridas, familiares y alegres (aunque los protagonistas sean oscuros), todas tienen, al menos, un personaje divertido, y suelen interrelacionarse entre ellas, con múltiples cross-overs. Se emiten en CW (con la excepción de Supergirl, en CBS).

Otra categoría es la de los Agentes de Marvel: Agentes de Shield y Agente Carter. Su principal característica es la continuidad con las películas; están protagonizadas por los mismos actores (Clark Gregg, el omnipresente Coulson, y Hayley Atwell como la «novia» del Capitán América) y sirven de puente (incluso argumental) entre una entrega cinematográfica y otra (algo impensable en las de Berlanti). Las emite ABC, otra filial, como Marvel, del gigante grupo Disney.

Luego están las oscuras. Por un lado, Gotham, que no permite otro tono, teniendo en cuenta dónde se desarrolla. Y por fin, las (adultas) de Marvel (creadas por Netflix), Daredevil, y nuestra chica guerrera: Jessica Jones.

Partamos de la base de que Jessica Jones no es una serie para niños; (psicológicamente) violenta y sexualmente explícita (al menos al principio), esta serie no retrata a un personaje tan conocido como otros de los cómics Marvel, de los que hemos oído hablar toda nuestra vida, como Hulk o Spiderman (aunque los muy expertos en cómic saben, por ejemplo, que Jessica fue al colegio con Peter Parker.)

Creada por Melissa Rosenberg (aún no termino de creerme que la persona que, a mi gusto, se cargó la saga Crepúsculo con su adaptación de los libros al cine y la creadora de esta serie sean la misma), nos presenta a una investigadora privada, al más puro estilo cine negro: tiene (en casa) un parco despacho con una mesa, una silla y un ordenador portátil, (ni siquiera tiene teléfono fijo, sino un móvil que se queda sin batería continuamente), no duda en utilizar el sexo para obtener lo que quiere, y tiene un serio problema de alcoholismo. Vamos, una Mike Hammer del siglo XXI.

Lo que no tenían Mike Hammer, Philip Marlowe ni Samuel Spade eran poderes especiales. Jones tiene súper fuerza y capacidad regenerativa, y no vuela, pero lo que hace se parece mucho. Ni tampoco tenían una amiga (casi hermana) que conduce un exitoso talk-show en la radio (donde intenta quitarse el lastre de estrella infantil). Todo ello le ayuda en sus labores de investigación.

Habitualmente colabora con un despacho de abogados, desde el que Jeri Hogarth (Carrie-Anne Moss se quita el cuero y las gafas oscuras para enfundarse un traje de chaqueta) le suele ofrecer los trabajos más sucios. De vez en cuando se permite el lujo de tener algún escarceo amoroso, (unos más serios que otros) que le alegren el día, o la semana (como el tipo negro de la foto, que es Luke Cage, y es indestructible, y del que sabremos más en la siguiente temporada, seguro). Pero lo que, de verdad, le preocupa, o mejor dicho, le obsesiona, es acabar con Kilgrave.

Kilgrave (interpretado por David Tenant, actor “geek” donde los haya, al que unos conocen por Doctor Who y otros por Harry Potter) también tiene poderes. Puede conseguir que cualquiera haga lo que él le ordene, con tan solo decírselo. Y es malo. De los malos de toda la vida. Vamos, el perfecto villano. Y Jessica, tiene un pasado con él. Una historia que se irá desvelando poco a poco, y que es la razón por la que está haciendo todo lo posible para acabar con él, y no parece que lo esté consiguiendo.

Jessica Jones es una de las mejores series que he visto en los últimos tiempos. (Ojo al guiño final a Daredevil). Es absolutamente recomendable, más aún para fans de los cómics en general y de Marvel en particular. Está en Netflix, donde se puede ver entera y del tirón.

Publicado en Tribuna de Ávila,  05.03.2016