El Descubrimiento de las Brujas

Veo sobre mi mesa un sobre que contiene un libro de 790 páginas: El descubrimiento de las brujas de Deborah Harkness En su contraportada leo: Los lectores a los que les gustó La Historiadora o La Sombra del Viento disfrutarán al máximo…Una original fantasía con toda la magia de Harry Potter o Crepúsculo… Vale, ya me han atrapado. Me pongo rápidamente a leerlo. En tres días me lo he terminado.

Es, otra vez, una historia de amor y aventura. El mundo está dividido en cuatro grandes especies. Humanos (como siempre ignorantes de todo), y criaturas: Brujas, Vampiros y Daimones, estos últimos son los seres más creativos de nuestra historia, los que siempre hemos calificado de genios.

La eminente historiadora, especialista en Historia de la Alquimia, Diana Bishop es una Bruja que no ha querido utilizar su magia desde que, cuando tenía siete años, sus padres (dos poderosos brujos) fueron asesinados en África. Aún así a veces se le escapa algún truco, como cuando se le estropea la lavadora o no alcanza a un libro muy alto en las estanterías de la Biblioteca. Entre los libros que estudia en sus investigaciones ha encontrado uno especial, que esconde algo tras un hechizo. Como no quiere tener relación con la magia, lo emplea como uno más, y lo devuelve a los archivos de la Biblioteca.

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Pero ese libro es realmente especial. Todas las criaturas lo quieren, lleva siglos perdido, y Diana, sin querer, lo ha encontrado. Matthew Clairmont es un vampiro que lleva siglos, literalmente, buscando el manuscrito, y en esa búsqueda se encontrará con Diana. Poco a poco la relación entre ambos se irá haciendo más estrecha, aunque eso es algo que no es conveniente…

En cuanto a los cuatro libros a los que se refería la portada, estos vampiros beben en ocasiones demasiado de los de la saga de Stephenie Meyer, pero claro, estos también alguna vez recuerdan a los de Charlaine Harris, y ya lo dice el refrán: Quien roba a un ladrón….

En definitiva no ganará el Nobel de literatura, pero (si mantienen muy lejos a Melissa Rosenberg) podría ganar el Oscar al mejor guión adaptado… Últimamente nunca se sabe.