Soli Arbulu, aparte de ser la hermana de una de mis personas favoritas del mundo, es una mujer polifacética. Fue (y es) una estrella del pop chileno en los 80, (era una de las chicas del grupo Nadie, que ahora ha vuelto a grabar y a subirse al escenario), es madre de familia (muy) numerosa, y es el cincuenta por ciento de Kukis, que, aunque pudiera parecerlo, no es un grupo de flamenco moderno, como las Ketchup, sino una empresa de galletas artesanas personalizadas y pintadas a mano, ricas-ricas.
Soli y Vera Baena, (la otra mitad de Kukis), además de endulzarnos la vida con galletas y macarrons, han venido compartiendo, durante mucho tiempo, montones de trucos y recetas con l@s aficionad@s (perdonadme el uso indiscriminado de la arroba, pero desde que el masculino para englobar a los dos géneros no es políticamente correcto, nunca se cómo expresarlo, y me niego al todos y todas) a la repostería desde su blog (que por supuesto está en mi lista de favoritos, ¡con lo que me gusta a mi esto de hacer bizcochos y similares! Maldita dieta…)
Y algunos de esos trucos se han convertido en libro: El arte de pintar galletas. Así que si lo que te gusta es la repostería creativa, y estás hart@ (perdón) de los cupcakes, deberías probar con las galletas, y aprovechar sus consejos, trucos y tuoriales, bien detallados e ilustrados con fotos paso a paso.
Si ya sé que este libro no es exactamente «de amor y besos«, pero no me digáis que no os vais a ganar un montón de besos si haceis estas galletas…
