Cielo Rojo, de David Lozano

Dos jóvenes se ven envueltos en un misterio en el que tienen más implicación de la que ellos creen.

El hecho de estar de baja a veces tiene sus momentos. Gracias a que no tenía que ir a trabajar me pude leer del tirón en un sólo día este libro de interesante trama, que me hubiera molestado dejar para ir a la oficina.

Cielo Rojo es, ante todo, una historia de Amistad. Tres adolescentes ucranianos de catorce años (dos chicos y una chica) se despiden en un viejo parque infantil, quién sabe hasta cuando. Nikolai emigra a España con su familia, mientras que Ekaterina lo hace a USA con la suya. Dimitri, sin embargo, se queda en su pequeño pueblo. Para no olvidar ese momento se hacen una foto los tres juntos, y se reparten tres matrioskas, con la promesa de reunirlas antes de que pasen diez años.

Pero una noche, a los pocos días de la partida de los dos chicos, el pueblo entero de Dimitri arde por completo, con todos sus habitantes dormidos. No queda nadie.

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Siete años más tarde, Nikolai, que ahora estudia periodismo en Madrid, decide volver a sus orígenes para investigar y escribir sobre lo que pasó. Y de paso despedirse para siempre de Dimitri, ya que no ha conseguido volver a saber nada de Ekaterina.

No puede imaginar que ella haya tenido la misma idea.

Pero, aparte de la ayuda de Motulyak, un periodista viejo amigo de su padre, Nikolai va a encontrar más dificultades de las que esperaba: El Chudovische, un monstruo de leyenda que mata a todos los que se acerquen al bosque en el que vive, y una alambrada que los militares han situado alrededor de su viejo parque…

Pues eso, que hasta que no llegué al final (aunque lo suponía), no pude dejar el libro.